Mecanismo “protege” a periodistas y activistas con botones de pánico inservibles y teléfonos donde nadie contesta

En dos años 32 activistas ejecutados, según diagnóstico.


Botones de pánico sin señal, teléfonos emergencia que nadie contesta, patrullajes que no se hacen, cámaras que tardan meses en ser instaladas, nulo seguimiento de las investigaciones… así “funciona” el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en México.

 

Las fallas de este programa, creado en junio del 2012 para – en teoría – proteger a periodistas y activistas que por su labor pudieran estar en riesgo, fueron desnudadas por medio centenar de organizaciones civiles e internacionales que realizaron un diagnóstico sobre su operación. La conclusión, es que el mecanismo hoy en día Incompleto, opaco y muchas veces inútil.

 

El resultado es que en la práctica en los últimos tres años nada ha cambiado. Para muestra un dato dramático: según las organizaciones, de junio de 2012 a mayo del 2014 se registraron 32 defensores de derechos humanos fueron ejecutados extrajudicialmente en México.

 

Aunque esos hechos no necesariamente corresponden a personas protegidas por el mecanismo, el seguimiento de 59 casos en los que si se solicitó la protección, arroja que existen fallas en el mismo que no contribuyen ni a resguardar a la personas ni a visibilizar el problema para generar una mejor política pública.

 

A lo anterior se suman deficiencias que atañen a la propia administración del Mecanismo como la falta de rendición de cuentas sobre los casos, de personal capacitado y de áreas que de hecho no se han creado.

 

“Hay ausencia de respaldo político, financiero y de recursos humanos al Mecanismo, falta de reconocimiento de la labor de las personas defensoras y periodistas que se protegen, descoordinación y falta de voluntad de las autoridades competentes, limitaciones en las investigaciones y desinterés en activar las herramientas para prevenir los abuso” señala el documento.

 

Previo a la presentación de este diagnóstico, un abogado y activista cuyo nombre no se revela por seguridad del mismo, radicado en el DF, había revelado a Animal Político algunas de las deficiencias del Mecanismo. Por ejemplo, el retraso en la instalación de cámaras y cerraduras provocó que su oficina fuera saqueada en dos ocasiones y varios expedientes robados.

 

Durante la presentación del diagnóstico, al que por cierto no acudió ninguna autoridad mexicana, el representante en México de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Hernández, reconoció el esfuerzo por estudiar un mecanismo que sigue en una fase de prueba – error y que en algunos casos ha presentado retrocesos.

 

Con información de Animal Político

Tags: derechos humanos

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